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En esta jornada, los profesionales de salud, de los servicios comunitarios, las personas con experiencia propia y las familias queremos hacer valer que la salud mental es un derecho fundamental en el que es necesario invertir para que no haya exclusiones en los derechos básicos.
"Cuidar la salud mental e invertir en derechos sociales" nos invita a poner el foco más allá de la atención sanitaria y entender la salud mental como una responsabilidad colectiva, arraigada a los derechos, a la dignidad ya la inclusión social.
La evidencia científica nos demuestra cómo el impacto del estrés social y de los traumas, la soledad no querida o el mal uso de la tecnología son importantes en la aparición de enfermedades mentales como la Depresión Mayor y cómo podemos prevenir éste y otros trastornos mentales integrando intervenciones sociales y sanitarias.
El mejor camino de salida es una red comunitaria fuerte, inclusiva y comprometida, en la que todas las voces cuentan. La salud mental se promueve adaptando las consultas de salud por la atención de las personas con trastornos crónicos complejos y trastornos mentales, pero también considerando la fragilidad social y los aspectos socioculturales que afectan a su pronóstico.
HACER SALUD MENTAL también implica reivindicar el derecho a la vivienda, al ocio y al acceso al trabajo con el apoyo necesario para construir una sociedad más justa e integradora.
Puedes consultar el programa aquí.
