El equipo de cirugía pediátrica del Parc Taulí intervino de urgencia en mayo a un recién nacido con una atresia esofágica.
El niño nació con 2.800kg y durante las primeras horas, el equipo de enfermería detectó que el bebé no podía alimentarse porque se ahogaba. A continuación, se le colocó una sonda o se le hizo una radiografía en la que se confirmó que había nacido con una extraña malformación del esófago, la parte superior y la parte inferior no estaban unidas, y la parte inferior estaba unida a la tráquea. “Este defecto en la formación del esófago es muy poco frecuente y sólo ocurre una vez cada 4000 o 5000 nacimientos. Los bebés que nacen con esta patología no pueden pasar los alimentos en el estómago y tienen dificultades para respirar en la comida. Es muy importante intervenir de urgencia para garantizar la supervivencia del niño”, ha explicado el dr. Bernardo Núñez, director de Cirugía Pediátrica.
La intervención de urgencia fue complicada por el bajo peso del recién nacido. Se practicó una cirugía mínimamente invasiva, realizada por primera vez en el Taulí, sin abrir el tórax. Se hicieron tres incisiones de 3mm y una de 5mm en el tórax para poder reparar y unir las dos secciones del esófago, cerrando la unión con la vía respiratoria.
Se pudo realizar esta técnica gracias a la experiencia del equipo de cirugía pediátrica, de anestesiología pediátrica, neonatología, enfermería y por la presencia del dr. Jorge Godoy de Chile, experto en cirugía mínimamente invasiva neonatal.
Pese a la complejidad de la operación, por ser un recién nacido y el bajo peso, la intervención fue un éxito. El bebé ya está dado de alta en casa y se está recuperando correctamente de la intervención sin cicatrices en el tórax.
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