La Musicoterapia es la utilización científica de la música y sus elementos para ayudar a determinados trastornos y disfunciones para favorecer el bienestar físico, mental y emocional. El Parc Taulí introdujo esta terapia en 2014 de la mano de la Fundación Enriqueta Villavechia y la Asociación Eco de Musicoterapia.
Cada jueves por la tarde, dos musicoterapeutas visitan a los niños y jóvenes ingresados en las diferentes áreas de pediatría del Parque Taulí: planta de pediatra, Unidad de Neonatología y las Unidades de Cuidados Intensivos pediátricos y neonatales. Estas sesiones son breves y adaptadas a las necesidades específicas de cada niño y de sus familiares. En este sentido, es muy importante la visión profesional del equipo de enfermería y de la trabajadora social que son quienes tienen la visión general de todos los pequeños y jóvenes ingresados, identificando cuáles son los mejores candidatos para disfrutar de la musicoterapia.
El principal objetivo de esta terapia es proporcionar, a través de la música, bienestar, placer y tranquilidad. Núria Bonet, una de las fundadas de la Asociación Eco, explica que "es un momento de distensión dentro de la habitación. El niño o el joven olvida que está en el hospital. La música nos permite expresar diferentes emociones: inquietudes, alegría, rabia… y ellos la utilizan para liberarse".
La visión de los profesionales del equipo de enfermería sobre el impacto de la musicoterapia es muy similar a la de los terapeutas musicales. "Les ayuda a romper la rutina ya gestionar las situaciones de estrés. Es una herramienta que les ayuda a distraerse, a los niños ya sus acompañantes", explica Mireia Méndez, enfermera de la planta de hospitalización pediátrica del Parc Taulí.
Pero esta terapia, no sólo es beneficiosa para las personas hospitalizadas y sus familiares, sino también para los profesionales asistenciales, "nos ayuda a gestionar situaciones complicadas, como pueden ser los cuidados, ya crear un vínculo con el paciente y sus acompañantes, más allá de la sanitaria. Nos ayuda a generar complicidades", explica Mireia Méndez.
Tanto profesionales como musicoterapeutas coinciden en valorar muy positivamente esta actividad. "Después de la actividad los vemos más comunicativos, más relajados. Hay un ambiente de paz y desconexión del ambiente hospitalario. Pueden ser niños y no pacientes durante un rato", asegura Méndez. Por su parte, Núria Bonet reafirma que "es una herramienta muy útil, en el apoyo emocional del niño hospitalizado y de su familia".
Los familiares o tutores que acompañan a estos niños y jóvenes agradecen mucho esta actividad, como explica el padre de Guiu, de la Unidad de Neonatología, "es el cambio de la rutina que tienes cada día y olvidas, por un momento, que estás en el hospital. Una vez que han pasado, el Guiu está más activo y menos enojado. Si supieran hablar, lo acabarían pidiendo".
A lo largo de estos 11, la actividad ha sido cofinanciada por la Fundación Enriqueta Villavechia y la Asociación Eco de Musicoterapia. Este año, la Fundación FC Barcelona ha financiado la musicoterapia a los niños y jóvenes hospitalizados en la Unidad de Pediatría y en la Unidad de Neonatología, así como en las Unidades de Cuidados Intensivos pediátricos y neonatales.
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