De profesionales recién llegados a la HAD. Marta

511 340 Eva A. Sánchez Martos

Durante la pandemia los primeros en contagiarse fueron los profesionales sanitarios. Médicos y enfermeras que llevaban muchos años en frente de las unidades asistenciales y que se vieron desbordados por un virus que nos cogió a todos desprevenidos y con una falta importante de información sobre cono se contagiaba.

En pocos días la falta de profesionales en activo se redujo considerablemente. El número de personas enfermas pasaron de 48 pacientes el día 15 de marzo a 455 pacientes el día 28 del mismo mes.

Por otra parte había estudiantes de último año de carrera que querían ayudar. Algunas de las enfermeras habían sido estudiantes en nuestra unidad de hospitalización a domicilio y no dudaron en ponerse en contacto con nosotros para dar un "golpe de mano". Una semana más tarde el gobierno daba carácter legal a la posibilidad de incorporar profesionales prejubilados y estudiantes de último curso de carrera a la actividad laboral.

De esta manera fue como se llegaron a nuestra unidad seis estudiantes de enfermería y nueve licenciados en medicina pendiente de elegir plaza de MIR.

Hoy os presentaré a Marta, una estudiante de enfermería, joven, delgada y de semejante frágil pero con una personalidad muy fuerte y unas ideas muy claras de que podía hacer y qué no y cómo podía ayudar y como no. Gracias a profesionales como ella se pudieron llevar a cabo la asistencia a casi 300 pacientes que pasaron por el hotel medicalizado de la HAD del Hospital Parc Taulí de Sabadell durante el mes de abril del 2020.

Equipo

Pero preguntamos a ellos.

Marta, en el momento que se declaró el estado de emergencia pensaste que tendrías la oportunidad de atender pacientes como enfermera?

En el momento que se declaró el estado de alarma se me generaron muchas dudas e incertidumbres sobre cómo podía ayudar yo partiendo del punto que yo todavía era una estudiante. Pensé que las tareas de una enfermera como tal no podría hacer por el hecho de que todavía no estoy graduada ni colegiada, por tanto, había tareas que no podría realizar. Por otra parte, pensaba que estaba bastante preparada ya que durante la carrera hemos hecho muchas prácticas, hemos visto muchas cosas y hemos vivido diferentes experiencias. Me lo tomé como una oportunidad y pensé que sería como hacer una especie de 'prácticas' durante unos meses hasta que llegara el mes de junio y lograra el título universitario. Lo veía como unas prácticas ya que en todo momento estaría bajo la responsabilidad de una enfermera referente y sería ella quien me delegas los trabajos y las cosas que ella consideraba que podía hacer. Como estudiante todavía no puedo hacer ciertas cosas ni tomar según qué decisiones, así como tampoco puedo asumir yo sola a un cierto número de pacientes.

¿Qué fue para ti enfrentarte a pacientes de Covidien?

Al principio tenía mucho miedo ya que sabía que una vez empiezas a trabajar empezaría a estar expuesta con la consecuencia directa de exponer también a mi familia. Sin embargo, cuando nos hicieron la charla informativa y nos explicaron en qué consistiría nuestro trabajo y qué tipo de paciente atendríem, me tranquilicé. Nos aseguraron que el perfil de paciente sería un Covidien leve y que mantendríamos el mínimo contacto con él. Esto me ayudó a animarme ya terminar de tomar la decisión de aceptar el trabajo.

Pensaste en la posibilidad de poder llevar la infección a tu familia?

Sí, ya que aunque vigiles en todo momento y estés pendiente de tomar las medidas necesarias siempre puedes tener un imprevisto o despistarte por unos segundos. Sin embargo, pienso que siempre he sido muy consciente y he tomado las medidas necesarias de una manera bastante correcta. Cuando acabábamos el turno me lavé bien la cara y el cuello y lo primero que hacía al llegar a casa era ir directa a la ducha y lavarme bien todo el cuerpo y el cabello sobre todo. Respecto a las medidas que hemos tomado en casa, éstas han consistido en mantener el mínimo contacto con mis padres y mi hermana y coincidir el mínimo posible. Por ejemplo, a la hora de las comidas ellos han seguido comiendo juntos en la mesa y yo me ponía en el sofá o bien me iba a la habitación. He utilizado una toalla de manos para mí sola y todos los utensilios de higiene eran personales y estaban separados del resto.

Te costó aprender las medidas especiales de protección contra la infección?

No, ya que días atrás los estudiantes recibimos una formación específica sobre la colocación y retirada de los EPIS. La cuestión era tener claros los conceptos y practicarlo un par de veces para terminar de asimilarlo. En todo momento tienes que ser consciente de que puedes tocar y que no, así como reflexionar sobre si estás bien protegido o te falta algo. Es importante protegerse a uno mismo pero también a los demás ya nuestros compañeros. 

¿Qué te hacía más respeto, las funciones de enfermería o la posibilidad de infectarte?

La verdad es que lo que me hacía más respecto era la posibilidad de infectarme ya que si aceptaba el trabajo empezaría a estar más expuesta. Respecto las funciones de enfermería, tenía más confianza ya que a lo largo de la carrera universitaria hemos hecho muchas prácticas clínicas y me sentía bastante preparada. También influyó el hecho de que sabía que trataríamos con pacientes Covidien leves, por lo tanto, el contacto que íbamos a mantener con ellos sería el mínimo, la medicación que se le administraría sería toda oral y no endovenosa, sólo estaríamos en contacto con aquellos pacientes que se les hubiera de tomar la tensión arterial, poner la heparina, entre otros ... las otras funciones iban a ser tareas más básicas como tomar la saturación de oxígeno, dar una bolsita con la medicación oral o bien darles en mano la bandeja con la comida.  

Qué situación, de las que viste, destacarías como muy dura?

Los dos primeros días me impactaron. Los pacientes llegaban a la vez con un autocar desde el Taulí y la verdad es que no dábamos al alcance. Todo era nuevo para todos y había algunos problemas de gestión que causaron una ralentización del trabajo.

Todos los profesionales había que adaptarse a la nueva situación y teníamos que aprender a trabajar unos con otros. Poco a poco la cosa mejoró pero los primeros días fueron duros. Nos ocupábamos de la planta dos estudiantes de enfermería y una sola enfermera referente, todas las habitaciones estaban ocupadas y eran dobles. Teníamos mucho trabajo a todas horas y los ratos de descanso eran mínimas. La verdad es que llegaba a casa y me sentía muy realizada pero también muy agotada y con ganas de descansar.

La semana siguiente, sin embargo, la incorporación de otro estudiante y otra enfermera referente ayudó a reducir el exceso de trabajo y agilizar todo. Han ido pasando los días y hemos ido conociendo la manera de trabajar de los demás compañeros y hemos confeccionado un grupo y un equipo muy bueno.  

Tienes recuerdos especiales de algún paciente? ¿Cuál?

Sí, ha habido situaciones de todos los colores, desde momentos tristes hasta anécdotas muy divertidas. Me acuerdo muy a menudo de una paciente que precisamente fue de las que llegó el primer día en autobús. Me sorprendió ya que era una muchacha joven y fue el primer caso de Covidien que vi que no afectos a una persona mayor. Me aportó muchos buenos momentos porque a pesar de encontrarse en aquella situación de enfermedad, transmitía una gran vitalidad y unas ganas increíbles de vivir, recuperarse y pasarlo bien ... la cosa positiva es que conseguía transmitir esta energía a su compañera de habitación, que era una señora de más edad que se encontraba en peor situación de salud y le costaba más hacer las cosas y moverse por la habitación. Durante el ingreso fue su cumpleaños y fue una alegría para todos el hecho de poder ver su reacción al recibir el ramo de flores que su marido le envió al hotel Verdi. Además, fue muy emocionante saber que el día que le iban a dar el alta también le darían a su compañera, la señora mayor. Se pusieron muy contentas al saber que se irían de allí el mismo día, ya que pudieron vivir esta situación juntas desde el inicio hasta el final.  

Por otra parte, también hemos vivido momentos donde han aparecido la tristeza y la nostalgia. Esta última semana ha sido el día de Sant Jordi, una festividad bastante importante y especial para todos los ciudadanos y ciudadanas de Cataluña. Desde la compañía de los hoteles Catalonia nos hicieron llegar rosas y libros para los pacientes con dedicatorias escritas en ellos. Tenemos que pensar que es una situación bastante dura que los pacientes tienen que vivir solos y separados de su familia, por lo tanto, pequeños detalles como estos les hicieron algo más comadrón ese día de ingreso en el hotel. Me emocionó el caso de una paciente que por desgracia se quedó viuda unos días antes por el mismo coronavirus, ya que le salieron las lágrimas al recibir la rosa y leer la dedicatoria con palabras esperanzadoras y emotivas que una persona había escrito para ella. Nos agradeció muchísimo el detalle y fue emotivo ver como por un pequeño instante, le pudimos alegrar un poco más el día.

Si volviera a darse esta situación, dudarías en dar un paso adelante o vendrías a ayudar de otro modo?

Sí, volvería a dar un paso adelante sin lugar a dudas. Pienso que es esencial saber la ayuda que podemos aportar y saber que mientras se tomen las medidas necesarias no tiene porque pasar nada grave ni ningún accidente. Para mí ha sido muy reconfortante el hecho de llegar a casa al terminar el turno y sentir que he sido de ayuda para alguna persona o que he colaborado en este momento de emergencia sanitaria.  

De todos modos, respecto totalmente a toda aquella gente que ha preferido no ponerse en primera línea pero que aún así ha podido ayudar y dar una mano de una manera diferente. Hay muchos trabajos que son menos visibles y que se merecen el mismo aplauso y el mismo agradecimiento que reciben aquellas que sí tienen más visibilidad por el hecho de establecer un contacto más directo con el propio enfermo. Por ejemplo, hay alguna persona que cocina la comida que alimentará a estos pacientes, hay transportistas que nos hacen llegar el material que necesitamos para atender a la gente, hay un servicio de farmacia que nos proporciona la medicación que necesitan o bien un servicio de limpieza que se encarga de limpiar las sábanas y la ropa que utilizarán estos pacientes. Y es más, la gente que se queda en casa y respeta el confinamiento también está ayudando de una manera muy importante en esta complicada situación.

Qué le dije? ... Joven, frágil, una gran profesional y una bellísima persona!

 

Eva A. Sánchez Martos

Graduada en Enfermería por la UAB. Tengo un Máster en Cardiología y otro en Cirugía Vascular por la UB. Me he formado como investigadora en el II.SICarlos III y he liderado muchos proyectos de investigación como el estudio EMIRTHAD sobre el incumplimiento terapéutico. Porto treinta años mejorando como enfermera. Hace veinte años que ayudar al nacimiento de la hospitalización a domicilio en el Parc Taulí.

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