La relación con los demás requiere habilidades como, por ejemplo, la imitación, la reciprocidad, la escucha y la empatía. A medida que el niño crece, va aumentando la complejidad de sus relaciones sociales, hasta llegar a ser capaz de formar parte de un grupo de iguales y disfrutar de un juego cooperativo.
Para facilitar esta relación del niño con las demás personas podemos promover las interacciones en diferentes contextos con el objetivo de que el niño aprenda a detectar y resolver pequeños conflictos, a saber pedir ayuda cuando sea necesario, a ser capaz de expresar lo que necesita o le molesta, en ponerse en el lugar de los demás, en ser cooperativo con el grupo de referencia, etc.
