Controles de salud durante el parto

El seguimiento de la evolución del trabajo de parto ayuda a prevenir ya detectar posibles complicaciones. El seguimiento de las características y de la duración de las diferentes etapas del parto, la observación, el acompañamiento de la mujer y el control del bienestar fetal favorecen el diagnóstico precoz de complicaciones que pueden hacer necesarias las intervenciones obstétricas.

Para realizar este seguimiento se utilizan herramientas diferentes:


 

partograma

Es una herramienta que sirve para evaluar la progresión del parto mediante la representación gráfica de los factores que intervienen: las constantes maternas (tensión arterial, pulso y temperatura), la frecuencia cardíaca fetal, la posición fetal en relación con la pelvis materna, las características de las aguas (cantidad, color y olor), la evolución de la dilatación y la dinámica uterina (frecuencia e intensidad de las contracciones).

 

 

'Partograma', d'Enfermera Virtual, Contenido bajo licencia CC BY-NC-ND 3.0 SE, Con modificaciones realizadas por el Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital de Sabadell

 


Control del bienestar fetal y la dinámica uterina

Una señal indirecto que permite conocer el estado de oxigenación y la vitalidad fetal durante el parto es la monitorización de la frecuencia cardíaca fetal (FCF), a través del cual se observa la afectación de las contracciones en la FCF.

Métodos para controlar la FCF y la dinámica uterina:

  • Estetoscopio de Pinard. Es un aparato similar a un cono, la parte más ancha se coloca directamente sobre el abdomen de la madre y, con la oreja en el otro extremo, se puede escuchar directamente el latido fetal.
  • Estetoscopio de Pinard

Fuente: Lucia Alcaraz y Julia Cid

 

  • Control manual de la dinámica uterina. Se pone la mano sobre el abdomen de la mujer para percibir la duración, la frecuencia y la intensidad de las contracciones.
  • Monitor fetal Doppler manual. Gracias a los ultrasonidos se puede escuchar el latido fetal a través de una sonda sobre el abdomen untado con gel conductor. Este monitor tiene la ventaja de que la madre también puede escuchar el latido.

Imagen de un Monitor Sonicaid en el abdomen
Fuente: Lucia Alcaraz y Julia Cid

 

  • Registro cardiotocográfico (RCTG) o cardiotocografía. Permite monitorizar la FCF y la dinámica uterina (la intensidad y la frecuencia de las contracciones) de manera continua y registrar ambos datos en una gráfica. El registro cardiotocográfico puede ser:
    • Externo. Se colocan dos electrodos sobre el abdomen materno, uno con gel conductor para registrar la FCF y el otro para registrar la presencia y la duración de las contracciones. Estos electrodos se sujetan en el abdomen con unas cintas elásticas y se conectan a un monitor mediante dos cables o una conexión inalámbrica.

      Imagen de un Registro cardiotocográfico externo
    • Interno. Se coloca un electrodo, que sirve para indicar la FCF, al cabo fetal a través de la vagina y un sensor de presión dentro del útero para captar las contracciones uterinas. Ambos sensores están conectados al monitor. El registro cardiotocográfico interno sólo debería utilizarse cuando la cardiotocografía externa no es posible o la información que da es dudosa.

      Imnatge de un Registro cardiotocográfico interno
       

La FCF y la dinámica uterina se pueden monitorizar de manera intermitente o continua.

  • Auscultación fetal intermitente. Es recomendable en las mujeres sin factores de riesgo. La auscultación intermitente se puede hacer con diferentes frecuencias, tales como:
    • un mínimo de un minuto entero después de una contracción, cada 15 minutos durante la fase de dilatación y cada 5 minutos durante la de expulsión;
    • monitorización fetal intermitente con una duración de 20 minutos cada hora durante la fase de dilatación;
    • 20 minutos cada hora durante la fase de dilatación y después de cada contracción en el período expulsivo.

El control intermitente de las contracciones se puede hacer de forma manual o con el registro cardiotocográfico externo.

La auscultación intermitente deberá sustituir por una auscultación continua si se detectan alteraciones en la FCF o en el desarrollo del parto.

  • monitorización continua. Con este sistema se tiene controlado el latido fetal y la dinámica uterina en todo momento, sin interrupción. Está indicada en mujeres y fetos con alguno de los siguientes factores de riesgo:
    • factores maternos: patología, cirugía uterina previa, etc .;
    • factores fetales: aguas meconiales, retraso del crecimiento, etc .;
    • anestesia peridural;
    • utilización de oxitocina;
    • alteraciones de la FCF detectadas con la auscultación intermitente.

El monitoreo continuo se puede hacer a través de un registro cardiotocográfico externo o interno.

Hay que tener en cuenta que el monitoreo continuo dificulta la deambulación y la libertad de movimientos de la mujer durante el trabajo de parto y puede interferir en el proceso. Para mejorar este aspecto, en algunos hospitales se puede recurrir a un monitoreo externo inalámbrico (la señal llega al monitor por radiofrecuencia).

Imagen de un Gráfico registro cardiotocográfico

 

 

Control del bienestar fetal y la dinámica uterina ', d'Enfermera Virtual, Contenido bajo licencia CC BY-NC-ND 3.0 SE, Con modificaciones realizadas por el Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital de Sabadell

 



Microextracción de sangre fetal (pH fetal)

Es una técnica que se lleva a cabo cuando el registro cardiotocográfico es no tranquilizador. Sirve para verificar objetivamente la oxigenación del feto a partir de un análisis de su sangre. La muestra se toma a través de la vagina con un pequeño pinchazo en el cuero cabelludo fetal.

 

'Microextracción de sangre fetal (pH fetal)', d'Enfermera Virtual, Contenido bajo licencia CC BY-NC-ND 3.0 SE, Con modificaciones realizadas por el Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital de Sabadell

 



Control del bienestar materno

Los signos vitales maternos se evalúan periódicamente para conocer el estado físico y emocional de la mujer. Se recomienda medir la frecuencia cardíaca cada hora y la tensión arterial y la temperatura corporal cada cuatro. Si la mujer se encuentra bajo los efectos de laanestesia epidural, También hay que vigilar que la vejiga de la orina no esté llena, y recomendarle que orine si tiene ganas o vaciar la vejiga regularmente a través de una sonda vesical no permanente.

Para favorecer un bienestar materno óptimo hay que asegurar una hidratación correctas, un entorno físico agradable, con una temperatura adecuada, y un ambiente de intimidad y privacidad en el que la mujer se pueda sentir segura y acompañada por las personas que desee.

La observación y el seguimiento de la mujer son herramientas importantes para valorar el progreso del parto: los cambios de posición, la capacidad para concentrarse en sí misma o los sonidos que emite son señales indirectas de la progresión del parto.

 

Control del bienestar materno ', d'Enfermera Virtual, Contenido bajo licencia CC BY-NC-ND 3.0 SE, Con modificaciones realizadas por el Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital de Sabadell

 



tactos vaginales

El método más utilizado para evaluar la progresión del trabajo de parto es el tacto vaginal. Es una exploración que consiste en introducir, enguantados, los dedos índice y corazón en la vagina hasta el cuello del útero, con el fin de valorar las características de la cabeza fetal (posición en relación con la pelvis materna, grado de descenso y de rotación) y del cuello uterino (posición, consistencia, longitud y dilatación).


Se recomienda limitar al máximo posible el número de tactos, porque son dolorosos y conllevan un riesgo de infección, sobre todo en mujeres que han roto la bolsa de las aguas antes de que comiencen las contracciones.

 

'Tacto vaginales', d'Enfermera Virtual, Contenido bajo licencia CC BY-NC-ND 3.0 SE