El tratamiento inmunosupresor es un tratamiento que deberá seguir estrictamente de por vida, para evitar el rechazo del riñón trasplantado. Cualquier medicación que le prescriban fuera de su pauta habitual deberá consultarla con su nefrólogo, incluidos productos de herbolario que pueden inducir o inhibir el efecto de su medicación inmunosupresora (hierba de San Juan, zumo de pomelo, etc.)
El exceso de inmunosupresores aumenta el riesgo de adquirir infecciones oportunistas y desarrollar neoplasias. Todos los fármacos inmunosupresores pueden tener efectos secundarios, en general controlables. No deje de tomarlos si aparecen y consulte con su nefrólogo.
El tratamiento se individualiza y cambia con el tiempo, se pueden determinar niveles en sangre con el fin de conseguir ajustar las dosis para obtener la máxima supervivencia del injerto, con la mejor calidad de vida, minimizando los efectos secundarios del tratamiento.